Toda su vida la dedicó al judo y lo continúa haciendo.
Arrancó compitiendo muy joven, en distintos torneos, cosechando logros importantes y luego de un largo tiempo se puso el traje de profesor.
En la actualidad es uno de los más prestigiosos de la provincia, un gran descubridor de talentos y, además, fue uno de los pioneros de las escuelas de esta disciplina en Santiago.
Se trata de Juan José Cardozo, V dan, nacido en Tucumán, pero que se siente un santiagueño más, quien habló de todo, de sus inicios y de su presente.
-¿Cómo fueron sus inicios con el judo?
-Mis inicios fueron cuando tenía 17 años, de casualidad. En ese entonces me fui a practicar una disciplina especie de lucha, que no era judo en sí. Luego tuve la suerte de conocerlo a Hugo Herrera y con él hice mi carrera, un gran profesor. Llegué a ser subcampeón argentino y gané otras competencias importantes. Luego se me dio la posibilidad de ser primer dan.
-¿Fue un salto importante el pasar de ser alumno a profesor?
-Por supuesto. Fue un salto importante, aunque con otra responsabilidad. El profesor Hugo Herrera me dio esa gran posibilidad. Tengo un gran respeto. Siempre me ayudaron para poder viajar a participar. Hoy conservo esa gran amistad.
-¿Cómo arrancó con la academia Jigoro Kano?
-En Buenos Aires me surgió la posibilidad de contar con una academia. Mi profesor me convenció y le hice caso. Jigoro Kano es el creador del judo, y en la provincia es una academia referente.
-¿Qué es lo que más se les inculca a los chicos?
-La buena conducta, por sobre todas las cosas. Trato de transmitir de la mejor manera la disciplina oriental. Ahora le estamos apuntando al campeonato Argentino de Jujuy.
-¿Qué significa el judo en su vida?
-Es lo más grande que tengo después de mi familia. Es algo que amo. El judo me dio todo, un trabajo, una casa, amigos y una hermosa familia.
-¿Le quedó alguna deuda pendiente?
-La verdad que sí. Quisiera tener a un alumno mío compitiendo en los juegos olímpicos. Estuvimos cerca con Patricia Bermúdez, pero por cosas del deporte y la vida no se dio.
-¿Qué le genera ver a su ex alumna Patricia Bermúdez en lo más alto del deporte nacional y mundial?
-Tengo la enorme satisfacción de haber estado 12 años con Patricia. Me llena de orgullo y espero que siga por el buen camino. Además, tengo una gran cantidad de campeones a nivel nacional y ello me deja conforme. Melanie Romano y Agustina Corbalán dan que hablar.
-¿Alguien de la familia heredó el judo?
-Mi hija Verónica llegó a ser segundo dan, campeona argentina y sudamericana. En aquella ocasión, en Montevideo, tuve la suerte de ser el técnico del seleccionado y fue algo lindo poder dirigir a mi hija.
-¿Cuáles son los objetivos que tiene de cara a lo que se viene?
-Mi objetivo es tratar de conseguir algún título con los chicos en el campeonato Argentino en Jujuy. Además, participar en certámenes importantes con la academia. Se vienen compromisos vitales. Además, tendremos nuestro torneo Jigoro Kano.
Fuente: EL Liberal
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